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Mostrando entradas de mayo, 2020

HORA BRUJA / CONFINADO CON VIRGINIA WOLF

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En    verano, mi pueblo es el para í so; y tambi é n oto ñ o, primavera, invierno, o cualquier  é poca que puedas alcanzar con tu imaginaci ó n con la que te fabricas tus propias realidades.  ¿ Ser á  mentira?  ¿ ser á  verdad aunque haya veces, quiz á s demasiadas, en las que ronda la tragedia que martiriza? Pero hoy saquemos nuestras mascarillas disimuladoras, lancemos nuestras miradas al cielo, que a veces es tambi é n castigador. Volvamos a dar pasos adelante y saltos a veces plagados de sonrisas que tambi é n son necesarias. Si estoy aqu í  en el para í so siempre so ñ ado por mi, se debe que la tita ha hecho una escapada a Zaragoza para tomarse unos diez d í as de asueto junto a mi Jimena, siempre preocupada de que no le falte nada, que se quieren mucho. A mi me ha hecho verdadera ilusi ó n el intercambio entre ella y yo, porque la pobreta llevaba al menos cinco a ñ os sin ver a la Virgen del Pilar, que eso no est á  bien para ninguna aragonesa. De esta manera se entiende

HORA BRUJA / DESNUDO EN EL MESÓN Y CALADO HASTA LOS HUESOS

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Foto: M. Español Camino por un sendero solitario, montañoso, con árboles y casi sin  casas. El cielo está cubierto de negros nubarrones. Comienza a chispear, a llover con fuerza, y mi gabardina gris y mi gorro australiano también grisáceo se mojan con la misma intensidad que el suelo. Debo buscar refugio, pero los pocos portales existentes están cerrados; tan solo a lo lejos se vislumbra un letrero que dice “Mesón Típico”. Inicio una veloz carrera dentro de mis posibilidades y al cabo de diez minutos llego al local calado hasta los huesos y tiritando de un frío acrecentado por la fuerza del viento. Estamos en el Pirineo oscense, cerca de la ribera del Ebro, es lo normal. En los bolsillos llevo algunos billetes y monedas que me pueden sacar de un apuro. Con cara de susto abro la puerta y entro. Allí está ella, una mujer que se sorprende al verme como si yo fuese una aparición fantasmal. No me da tiempo ni de decir buenos días, ya que nada más entrar estornudo con fuerza repetidam

A MI MANERA / EL “GORRIÓN DE PARÍS” CONQUISTÓ EL MUNDO

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Llegó a vivir en la miseria, Nació en la calle, tenía una voz desgarradora y una presencia muy especial, aun a pesar de su delgadez y  corta estatura. Edith Piaf, quien se diera a conocer en París junto a su padre en actuaciones callejeras, cuando cantó  por vez  primera  con público, erizó la piel a todos los espectadores con La Marsellesa. "El Gorrión de París". murió a los 48 años y aparentaba 60. Fue musa de los más grandes escritores franceses, entre ellos, Jean Cocteau. La vida de Edith Piaf tan triste como hermosa para ser cierta Sumida en la mayor de las miserias, alcanzó la fama por aquella voz desgarrada, y su aspecto de gorrión asustado. “Su vida fue tan triste –diría Sacha Guitry, escritor, autor teatral y actor reconocido mundialmente- que resulta demasiado hermosa para ser cierta”. Edith Piaf (1915-1963) era un símbolo que alcanzó la categoría de leyenda, cuando a través de su garganta salían quejidos desgarradores. Ese fatídico

BIESCAS / AMOR Y HUMANIDAD EN EL ENTORNO RURAL

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Foto: M.Español “Es preciso poseer, no solo lo que los hombres han pasado y sentido, sino lo que sus manos han manejado, lo que su fuerza ha ejecutado, lo que sus ojos han contemplado todos los días de su vida” Juan Ramón Jiménez . -------------------------------------------------------------- Arriba en la era, allá en el barrio de La Peña, o en un accidentado y pequeño llano de las estribaciones montañeras que conectan con inmediatez la zona poblada del valle, un mulo o una mula, o los dos, no recuerdo bien, iban enganchados al trillo para trabajar bien los cereales. El conductor o conductora se encargaban de la manipulación del artefacto, a veces conducido por un zagal, a veces era yo, y en ocasiones por mujeres mayores del pueblo, que allí todos colaboraban, mientras que de las tareas de fuerza se encargaban los hombretones y demás mozos jóvenes, fortachones ellos. “¡Sooo, mula         parda, que me vas a tirar y me haré una cuquera!”. Esta era una frase que se rep

HORA BRUJA / A LOS RICOS BOMBONES DE CHOCOLATE Y CARAMELO

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Akin se llama mi amigo nigeriano y Folami su mujer, dos negrazos encantadores que cautivan a la primera mirada. Les conocí hace tres años en un mercadillo playero del sur de Andalucía. Los dos, jóvenes y emprendedores, habían dejado a los dos hijos en su país, al que volvían a pasar días en los descansos de temporada, y así sacaban adelante y con alegría el negocio. Su tienda hecha muy coquetamente ya base de toldos, cuando estuve por allí la primera vez, era la más visitada, bien por la bondad de los artículos de piel (carteras, monederos, bolsos) o por la ropa atractiva, de buen gusto y de bellos coloridos. El español lo hablan con un impecable acento gaditano y ambos están rodeados de una simpatía y un sentido del humor muy envolvente. Hasta un petardo como yo, que cotillea estos puestos africanos con bastante ligereza, no pudo evitar una primera parada que duró casi una hora. Akin, muy gracioso él, es el relaciones públicas perfecto, y de su rostro no salen mas que sonrisas.

HORA BRUJA / MARCELO EL TROMPETISTA

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En verdad, en verdad os digo, que toda mi vida he sido un pirado por la música, especialmente la clásica, pero también de todo tipo de estilos si la calidad es buena. Me he emocionado con el sonido de un violín, con la fuerza de un  piano, con el decir de un saxo tenor, con este idioma tan internacional en el que muchas veces sobran las palabras y afloran los sentimientos. Acabo de escuchar los conciertos de clarinete y oboe de Mozart y me dan ganas de entrar en un trance místico que también tiene mucho de sensual. Y no digo nada del Bolero de Ravel con sus cadencias tan lentas, casi imperceptibles en el inicio, y que terminan siendo coronadas por el más puro frenesí. Pero una cosas son los sueños, esos deseos tan nítidos y claros que mezclan espíritu y fuerza para invadir el propio interior, y otra estrellarse  contra esa incapacidad que nos impide estar dotados para escalar las cumbres de nuestros deseos. Sí, amigos, que a este loco surrealista bien que le hubiera gustado ser