PIRENA MÁGICA / ULTIMOS CONCIERTOS Y DESPEDIDA ENVUELTA EN APLAUSOS
EN UN GRAN TEATRO DE TOULOUSE Es un hotel clásico del Toulouse de los grandes artistas, muy cerca del Capitol. Leonardo Diego se observa con atención en el gran espejo ubicado en el salón de la suite donde se aloja. Parece que la imagen reflejada al otro lado, no le agrada en demasía. Acerca el rostro y comienza a ver pasar como un espectador con apariencia de casi resignado en primera persona, la caída de las hojas del calendario con las imágenes de su vida. Parece que quisiera detener el reloj que avanza implacablemente marcando las horas. "¡Que viejo te estás haciendo Leo!", se dice a si mismo articulando a la vez una sonrisa maliciosa cargada de ironía. Él mismo sentencia que "psé… hay que seguir adelante, que el conformismo y la resignación permanente no son buenos consejeros. La ilusión y las inquietudes deben permanecer siempre como fuentes vitales". La realidad es que la viveza en la mirada de este ese maestro de las artes, deno