A MI MANERA DÍAS PARA ECHARSE A TEMBLAR


 Imagen del desembarco de Normandía durante la segunda guerra mundial.

¿Pero qué pasa en Madrid, en Barcelona, en Bilbao, Badajoz, Biescas, Calatañazor… influidos ente otros por los medios informativos  tan variados de contenidos en estos tiempos de tanta convulsión? Nada, que como decía Calderón, (o no era él?) “en este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, que todo es del color del cristal con que se mira”. Unos dicen que sí, otros que no, y los hay quienes amenazan con lanzar misiles, unos con órdenes que proceden de Moscú y que hacen temblar a los ucranianos, a la población de Crimea, dicen que con el apoyo e iniciativa de los americanos. Vamos, que esto parece el acabose. Ya solo nos faltaban los buenos ocurrentes de Moncloa, del Palacio del Elíseo tomando partido sin saber de la dirección exacta. Nada, que hay un lio tremendo, y todos quieren marcar sus pautas, aunque sea a sangre y fuego. Todos dicen querer la paz, pero ¿a qué precio?

“¿Y usted, a favor de quien está?”, se dicen los unos a los otros. El señor Putin anda muy cabreado y el señor Biden asegurando que él responderá. Sin embargo, ambos dicen que se seguirán empeñando por una solución pacífica. ¿Hay alguien que lo entienda? Mientras tanto los acólitos de uno y otro se achantan y tan sólo se preocupan por ser los más fuertes, aunque sea a costa de vidas que se ordenan desde los despachos, pero se muere en campos de batalla alejados de los centros de decisiones y a base de teléfonos rojos directos y toda una compleja red de espionaje, con instrumentos maléficos  y uso     de maletines nucleares mientras que los de  los demás, a callar con miedo a las represalias. “Que no me toque, que no me toque…”, piensan en los lugares donde las más numerosas víctimas se dan en los pueblos llanos, o también montañeses o playeros”. En realidad todo vale para “estorbar” a los enemigos, aunque desgraciada y cínica mente, sea con resultados de muerte y de más sufrimientos.

Asustado estoy ante lo que se espera, digamos que con efectos inmediatos. De acuerdo con que Ucrania ve amenazada su integridad como país independiente  y propio, cuando ya se había independizado legalmente de la antigua URSS. Además  con el malestar existente en la península de Crimea tras la invasión y anexión a la fuerza a cargo de Rusia, está lleno de interrogantes. Mientras tanto en los antiguos países satélites soviéticos, el temblor es existente y es innegable. Pero claro, ahí  entra en juego Estados Unidos, como “salvador” de los países occidentales, y como se trata del Estado que parece se ha establecido como líder de la OTAN, el cuadripartito que gobierna España parece que ha optado por tomar partido  como miembro de la Organización del Tratado Atlántico Norte, ha querido apoyar a sus aliados, ofreciendo los apoyos en forma de aviones “caza” que tendrán su base de apoyo en suelo de Bulgaria. Así que resulta muy presumible de que España participe en un posible conflicto armado del que no sabemos su alcance en modo de vidas humanas y de pérdidas económicas y sufrimiento de la hambruna?. 

Dicen que estamos a punto de comenzar la tercera guerra mundial. ¿Saben el alcance que podría tener ello? ¿es que no se ha aprendido nada de los tristes precedentes? Mientras tanto, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, ¿es que no tiene nada que decir? En menudo enredo nos hemos metido. Pienso que antes de salir del mismo, no debemos entrar. Estamos en unos días en que la frase de Churchill “Sangre, sudor y lágrimas”, pronunciada el 13 de mayo de 1940 ante la Cámara de los Comunes vuelve al primer plano de la actualidad. Aquel discurso lo hizo para exaltar el valor de los soldados del ejército británico durante la Segunda Guerra Mundial. Me quedo con la frase en sí, pero de todas, todas, no se puede admitir que haya una tercera Guerra Mundial. ¿Quiénes deberán sentirse responsables?

 

MANUEL ESPAÑOL

 

 

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