Siempre me han dicho que volver la vista atrás es volver a vivir. Y es que, ahora que he superado la edad media avanzada, puedo asegurar que hace tiempo di el salto y superé el listón. Sí, amigos, ya soy un viejo oficial pero con un alma, y ¿quien sabe? una mentalidad juvenil, que así lo siento. Pues anda, que no ha llovido desde que inicié mi época rosa, sí, aquella en la que uno no hacía mas que pensar en las chicas, en la que el fenómeno del enamoramiento casi todos los días sufría una cierta renovación. Lo que siempre fui, y lo sigo siendo es que me siento todo un soñador que piensa en la belleza de las utopías. Casi no había terminado la infancia (creo que algo guardo de ella) y ya tenía conocimiento de los autores griegos, especialmente de Homero, que me introdujo en el apasionante mundo de la Odisea y de La Ilíada, luego vinieron las tragedias, y la literatura me entusiasmaba más y más. Mi gran ilusión era la de convertirme en escritor. Seguía en mi época rosa, que luego dio paso a la realidad del aprendiz de persona que soy. Leía todos los días “Heraldo de Aragón”, “El Noticiero”, “Amanecer”, publicaciones estas que eran todo un ejercicio de audacia con ese saber hacer entre líneas, dados los tiempos que corrían. Paralelamente escuchaba la radio, las emisoras permitidas, como “Radio Zaragoza”, “Radio Nacional de España”, Radio Juventud, “Radio Popular”, y las "no permitidas", como la “BBC" y "Radio Paris" en español” y “Radio Pirenaica”. Y admiraba a entrevistadores y entrevistados, gente importante para un jovencito de provincias. Así que poco a poco hice firme mi vocación: iba a ser periodista. Y bien que recuerdo mis primeras publicaciones, pues veía a una persona por la calle leyendo el periódico y observaba la página por la que lo tenía abierto; si era en alguna en la que figuraba mi firma, el bote que daba a continuación era mayúsculo. El paso de los años y los estudios me condujeron a ser un privilegiado que ha estado muchos años, y aún sigo, ejerciendo una profesión vocacional.
A lo largo de varios lustros he tenido la ocasión de realizar miles de entrevistas y conocer a grandes personajes, ya por su valía intelectual, popular, deportiva o humanística, o las cuatro cosas a la vez.
Así que ahora, con algunos de los reportajes y entrevistas que he guardado correspondientes a la prensa escrita, voy a dar otro nuevo paso que comenzó en su momento con “Mundo Mágico” y recogió el testigo "Pirena Mágica", que se hicieron eco de las declaraciones entre otros, de personajes que en su momento me dejaron huella, y que todavía hoy los tengo en mi memoria y en mi corazón. Es el caso de hombres y mujeres entrañables, como Sabino Ruiz Jalón, José María de Areilza, Eduardo García de Eterría, Javier Atienza, Carlos Pauner, Asun Asarta, Antonio Garisa, Aurora Redondo, Luis García Berlanga, Agustín González, José Ramón Morandeira, Pepe Garcés, Camilo José Cela, Kowalenski, Julio Caro Baroja, general Aramburu Topete, Guillermo Marin, Antonio Gala, Robert Jeantal, Lole y Manuel, Carlos Hipólito, Rubén Sosa, Lía Uyá, Pilara “la cabezuda”, Fernando Garrido, José Miguel Azaola y Alfredo Amestoy. El mágico pasado conecta con el presente y tiene las vistas puestas en el futuro.
Hasta pronto.
MANUEL ESPAÑOL
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