HORA BRUJA / CAPERUCITA LA LOBA Y EL LOBO CAPERUCITO
Gustavo Doré (Siglo XIX) es el autor e este cuadro que fue expuesto en el Museo ABC de Madrid Érase que se era, una Caperucita que había dejado de ser niña y ya empezaba a entrar en la edad de merecer. Pero esta Caperucita Roja era una gran amante de su abuelita a la que iba a ver todos los días portando una cestita con miel, una botella de leche, otra de vino tinto del Somontano, jamón de Teruel y un rico queso de Cabrales unas veces, y otras de ese exquisito caldo “maldito Cariñena” que insinuaría don Mendo en su famosa “venganza” y que tantos dolores de cabeza le causara. El caso es que desde su casa hasta la de la yaya debía hacer un largo recorrido y atravesar un bosque muy tupido en el que siempre se cruzaba con animales de las más diferentes clases, algunos de ellos siempre con aviesas intenciones devoradoras, por lo que el contenido de la cesta era toda una tentación. Pero he aquí que tras pasar grandes sustos salvados con habilidad y disfrazándose de loba ya no le molestar